EL
VUELO DE LA DRAGONA DE
LA SUERTE
Había una vez, más
dos veces, más tres veces más, más cinco veces más, menos diez… una dragona de
la suerte, esta dragona contaba no solo con uno 1, o con 2, o 3 años, sino con un año más de 4, es
decir, tenía 5 años de haber vivido en esta tierra.
¿Que como son las
dragonas de la suerte?, ¡Hasta acá te escucho preguntarme!, pues verás: las
dragonas de la suerte son seres libres y fabulosos que nacen de diferentes
formas, colores y olores, no es fácil encontrarlas, verlas o inclusive
detectarlas, puedes tener una en frente y no saber que es una Dragona de la
suerte.
Nuestra dragona nació
cerca Del Mar, una noche de luna llena, por eso su nombre es Mar por el momento
le llaman Mar Chiquita o Chiquita Mar y de entre todos sus hermanos y hermanas,
(aunque todos se parecen por que nacieron de la misma madre y padre), ella es
inconfundible, por que además de llevar el nombre de Mar, también heredó su
alma apasionada, su color azul intenso y un gusto poco común en los dragones
por el agua.
También tiene
pelillos blancos, espumosos y sedosos, que salen de su cabeza, que siempre trae
parados y desordenados, no por que su hermana mayor no le acomode el cabello
todos los días por la mañana, pero debemos comprender que cualquier cabello por
más sedoso y peinado que esté siempre terminará revueltos después de
investigar, conocer, preguntar, subir y bajar, conociendo el mundo.
Mar Chiquita no es
toda agua marina, también es tierra, por eso sus patas son rosas y están
coronadas con garras como la de los gatos, tiene una cola larga con una hilera
de cuernos que inician en la coronilla de la cabeza, siguen por su espalda y
termina con un cuernillo duro como lanza, y claro, ella posee un para de alas,
todas las Dragonas sean de la suerte o no, nacen con un par de alas, que con el
tiempo se hacen los suficientemente fuertes como para volar.
Por su corta edad
Mar, tiene un par de alas con la estructura semejante a las de una libélula, imagínatelas,
delgadas, transparentes y que todavía no la sostienen como para volar, por eso
las dragonas de esa edad también son llamadas dragonas mariposas, pero, esto no
ha detenido a Mar para intentar despegar los pies del suelo y hacer como las
grandes.
Mar ha intentado
volar moviendo rápido y fuerte sus alas, pero lo más que ha logrado es un dolor
terrible en la coyuntura de la alitas. Su papa con paciencia tuvo que vendarlas
y ponerles árnica para
que su Chiquita Mar pudiera dormir.
que su Chiquita Mar pudiera dormir.
Su padre le dijo
mientras maniobraba con las alitas:
-Mar tienes que ser
paciente y no forzarte, evita lastimarte, CUIDATE, tienes que ser una
Dragoncita juiciosa, ¡mira que morada tienes la espalda!!.
Entonces intentó
subir a una silla y brincar desde ella para que la altura hiciera el trabajo y
lograr volar, no sin antes haber ideado subir a un árbol, y hacerlo como los pájaros,
pero antes de salir de casa, papá dragón le advirtió:
-
Mar, cuidado y subes al árbol y te
avientas de él para ¡volar!, si lo haces además del chichón en la cabeza por
tirarte de un árbol, te castigaré sin salir a las carreras de dragonas esta
tarde, por no cuidarte.
-
Pero ¡papá!, dijo Mar (bajando los
ojos al suelo y dejando caer los hombros), pero entonces ¿cómo voy ha volar???
-
No, hoy la lección que debes
aprender no es la de volar, es como cuidarse.
-
Pero papá
-
No, si quieres mejor practica los
bramidos de vuelo
Mar que había
estado practicando los rugidos de vuelo por varias semanas no se sintió muy
animada mas bien salió mascullando entre dientes, y pateando levemente con las
patas rosas el suelo diciendo casi solo para si misma: ¿como es que se entero
de mis planes?, aquí no la dejan a una volar y ser grande, ¿y ahora que voy a hacer? Lo del árbol era una
buena idea!!
Esa mañana se dio
cuenta que lo de la silla tampoco era una buena idea, así que se puso a dar
vueltas en círculos, dando saltitos de ves en cuando para ver si el aire hacia
el resto y por fin lograba su primer vuelo.
Así la encontró su
abuelo
- ¿Que haces
Chiquita Mar?, le preguntó su abuelo intrigado y con una sonrisa como de quien
disfruta mucho algo
- Estoy aprendiendo
a volar abuelo
- Jajajjajajse
escucho la risa sonora del abuelo en todo el patio, calmándose le explicó, pero
Mar Chiquita, eres muy pequeñita, y además no comes piedra de fuego, que es
parte importante del vuelo de los dragones, será mejor que pares y en lugar de
dar vueltas en el mismo lugar, te prepares para acompañarme a ver a los
borregos.
- Mmm ¿no podré
volar?, le preguntó Mar un poco afligida.
- No todavía,
Chiquita Mar, eres muy pequeñita, ten paciencia.
El abuelo Dragón se
alejó confiado de que Mar Chiquita se le uniría en unos instantes para ir a
cuidar
a los borregos que siempre necesitan atención y cuidados, cualquier otro día la pequeña lo hubiera seguido al instante con gusto, pero ese día no, Mar tenía en mente un proyecto mayor y más ambicioso, volar.
a los borregos que siempre necesitan atención y cuidados, cualquier otro día la pequeña lo hubiera seguido al instante con gusto, pero ese día no, Mar tenía en mente un proyecto mayor y más ambicioso, volar.
Las palabras Piedra
de Fuego se quedaron retumbando en su cabeza, ya había visto como los mayores comían
esta piedra de fuego y entonces, ¡podían hacer fuego!, pero no sabía que
también era necesaria para volar, se quedó pensando un momento, las ideas iban
y venían veloces, de repente, los ojos de Mar brillaron intensamente, una idea
se había formado en su inteligente cabeza…
Y… ¿si como piedra
de fuego?, ¡Entonces podré volar y además sacar fuego!, hizo un plan antes de
llevar a cabo la tarea arriesgada de conseguir las piedras de fuego, una vez
decidido el plan, lo llevó a cabo.
Como una experta
espía secreta, hizo un esfuerzo por escurrirse en la cocina, abrió las gavetas
del estante, hizo con ellas una especie de escalera, esto para llegar hasta las
piedras de fuego que se encontraban en la parte más alta del mueble de la
cocina, allí las colocaba (casi las escondía la esposa de su papá) ¿por que
sería?, ¡seguro para que ella no aprendiera a volar rápido!.
Aún encaramada en el estante, le dio un buen mordisco a una de las piedras más grandes, el contacto de la piedra con su legua fue una sorpresa muy agradable, ¡sabia rico!, envalentonada por el buen sabor, le dio otra mordida y luego otra y otra, se comió 3 en total, pero nada mágico surgió en ella, esto no la desalentó tubo otra idea, volvería al patio a dar vueltas y saltos y comprobaría el resultado.
Entusiasmada bajó
su improvisada escalera, salio al aire fresco e intentó de nuevo, pero no se sintió
diferente, no hubo en ella mas fuerza de la común, no se hizo más liviana, sus
alas no crecieron o cambiaron, también intentó hacer fuego pero nada salió de
su garganta, la desilusión creció en sus ojos, su pancita estaba regordeta por
tanta piedra de fuego que comió, pero nada había funcionado.
Al no ver cambios,
Mar se aburrió y como la vida de las Dragonas no es solo volar y hacer fuego,
con nuevos bríos se fue al prado donde están las flores más bonitas, al llegar escogió
la más encantadora para olerla y hablarle de cosas que a las flores les gusta
escuchar, ¡estaba tan contenta!, pero algo empezó a cambiar, desde su estómago
se empezó a formar una calorcito rico que Mar no notó, entre más contenta el
calor se hacía más intenso y le subía un poquito más, hasta que con tanta
emoción, se le formó un hipido de fuego en la garganta que sin control salió de
su nariz y boca ¡quemando a la flor!, ¡la pobre quedó toda negra y calcinada!
Mar se puso a
llorar y corrió hasta la casa, ¡le salían hipidos de fuego a cada rato!!, fue
quemando el pasto por donde pasaba, al llegar papá Dragón la encontró hipando
fuego y llorando inconsolable.
Chiquilla!!!, ¿pero
cuantas piedras de fuego te comiste?, ¿de donde las sacaste?, Mar tubo que
tomar leche, combinada con agua, azúcar y hierba de nieve para calmar la
constipación.
Con paciencia su
padre le dijo:
Mar chiquita, ¿te
acuerdas de lo que hablamos en la mañana, con respecto a cuidarte?, tienes que
aprender a ser cuidadosa, si no te damos piedra de fuego todavía es por que tu
estómago no las digiere muy bien y no sabes como funcionan, me imagino que
descubriste que si sientes una emoción fuerte se forma fuego en ti y, si no
sabes que hacer con el, puedes terminar quemando todo el Bosque.
Chiquita Mar,
cuidarse quiere decir pensar que puede pasar si haces algo, cuidarse es
preguntarse por que no se te permiten ciertas cosas, cuidarse es ver más allá
de lo que quieres y comenzar a ver lo que está bien para ti, cuidarse es
adelantarse a las cosas que pueden pasar y hacer no poner tu salud en riesgo,
ni la de los demás, ¿me entiendes?.
-
Si papá. Respondió Mar con una
tristeza profunda.
Estuvo afligida,
toda la tarde, ¡la flor murió en sus manos por haber comido tanta piedra de
fuego!, que horrible había sido la experiencia, Así la encontró su Abuelo, desconsolada,
sentada en una piedra viéndose los pies.
-
Mar que tienes? ,
-
He quemado a la flor mas bonita
del prado por que comí muchas piedras de fuego!!, dijo la Dragoncita mientras dos
enormes lágrimas caían de su s ojos.
-
Jjajajajaj El abuelo volvió a reírse
estruendosamente, pero Mar, te dije que eso era para adultos!, bueno como no te
explique y parece que yo soy en parte responsable, te voy ah dar tu primera clase
de vuelo, para que no andes intentando cosas arriesgadas y dejemos a las flores
crecer en paz, ¿quieres?.
-
Mar se secó las lágrimas y volteó
a ver a su abuelo con tristeza, pero la flor abuelo!!
-
Nena, no es tu culpa no saber
controlar el fuego todavía, pero te voy ha decir un secreto, cuando tienes algo
tan hermosos como una flor en frente y le hablas de esas cosas que se les dicen
a las flores, y te sientas tan emocionada, voltea hacia el cielo, lanza una rugido de
felicidad así graauuuuuuuu el fuego saldrá si tiene que salir pero no
quemará nada de lo que amas. M entiendes?
-
Rápidamente Mar se puso en la
posición de un lobo que aúlla y dijo graauuuuu y el fuego que todavía tenía
dentro de sí, salió hacia el cielo como si ella fuese una experta, y su llama
descansó.
-
Muy bien dijo su abuelo fue
magnífico!, jamás volverás ha quemar una flor.
-
Mar se puso orgullosa de si misma
y entusiasta nuevamente.
-
¿Y bien (dijo su abuelo) que hay
de esas clases de vuelo?, ¿te enseño cosas importantes de viajar por los aires
para cuando puedas volar?, ¿quieres? O ¿te quedas en tierra?.
Mar subí de
inmediato al lomo de su abuelo el cual, de inmediato inició el vuelo.
Mar al sentir como
el aire cambiaba y podía ver el suelo empezó a tener mejor animo, a cada tramo
ella se ponía más entusiasmada y se movía ansiosamente.
-
Así su abuelo empezó a darle
instrucciones, Ahora Mar, abre las alas y muévelas un poco, siente el aire bajo
al alas,
-
Si los siento los siento, abuelo!!,
-
Ahora ciérralas como yo, aletea,
Su abuelo le fue diciendo
que hacer y como, y ella se sintió volar aunque no se
separó mas que unos milímetros del lomo del Gran Dragón.
-
Ahora vamos a internarnos a una nube,
vas a tener que hacer tu bramido de “vuelo en la nube” para no chocar con otro
dragón o dragona, haber enséñame como bramas.
-
GrrrrrRRRaaaauuuu! Bramó Mar con un
tono agudo
-
Jajajjaja se volvió a reír
abiertamente El enorme Dragón Dorado. Mar! ese no es el bramido de
vuelo en la nube!!!, Tendrás que practicar más!
vuelo en la nube!!!, Tendrás que practicar más!
-
La chiquilla entusiasmada le prometió
que así lo haría y él le prometió que cada fin de semana le daría una lección
de vuelo, pero con una condición, no intentaría practicar sola y se cuidaría más.
Ahora han pasado algunos
años, no uno no dos, más, Hoy Mar brama en la punta de una montaña donde
abundan las piedras de fuego, es el bramido de las Dragonas que hincan el
vuelo, GrrraaauUUUU, extiende sus fuertes y ágiles alas, ahora sabe que el
volar le llega a todas las Dragonas cuando es el momento y extender las alas es
lo mejor que le puede pasar a una ser alado.
ESCRITO POR: ELENA VEGA ORTEGA
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