miércoles, 2 de marzo de 2016

CUENTO LÉSBICO: ¿CÓMO HACE ESA MUJER PARA SER TAN HERMOSA? CADA DÍA MÁS

¿CÓMO HACE ESA MUJER PARA SER TAN HERMOSA? CADA DÍA MÁS

Es una sorpresa un shock, entrar y ver a todas, la recepcionista, la secretaria, otras compañeras y al dar la vuelta hacia mi oficina, un golpe contundente contra mi estómago, Ella frente a mí, dando la vuelta al mismo tiempo, ¡qué impacto!, ¡Es hermosa!
Por un momento el mundo desaparece, todo es obscuro a mi alrededor, lo único que veo es a ella, debo tener la cara de embobada, la boca abierta y los ojos de plato, no logro reponerme, no sé qué me atrapa más, sus ojos, su cabello, su cara, los labios… sus ojos brillantes color café con pestañas largas, sus cejas pobladas…
Ella al verme de inmediato sonríe, mientras con espontaneidad tranquila dice: ¡Hola! Y ríe, brilla, se embellece…
Está contenta de verme y yo sorprendida, todavía no logro reponerme, solo pasa por mi cabeza una pregunta: ¿Cómo hace esa mujer para ser tan hermosa? cada vez más… son varias las veces que regresando de algún viaje de trabajo, al verle me pasa lo mismo, su presencia me atrapa, me atonta y no se bien que es, ¿serán su lentes que combinan con su boca?, ¿su suéter, que resalta su tez blanca?, ¿el cabello largo, suelto?, ¿esos chinos que adoro?
Al ver mi lentitud de pensamiento y movimientos ella toma la iniciativa, se acerca y me saluda con un beso.
-          ¡salúdame! ¿cómo estás?
Yo me acerco para saludar sin sentír un brazo, le doy un beso al aire tratando de sonar casual
-           Hola, bien, ¿qué hacen?
Necesito no sentir, necesito bloquearme, no pensar, distraerme, porque si pienso, si la siento, si realmente la veo, la huelo… sería imperioso que oliera y acariciara su cabello, llevara mis manos por debajo del suéter que oculta sus cintura, meter mi cara en su cuello para besarlo, acariciar su cachete con el mío mientas la pego contra la pared y le digo al oído: te extrañé tanto estos días, eres hermosa, cada día más, te amo, me tienes loca.
Mientras sus piernas se flexibilizan para que mi pierna se coloque entre sus piernas y abrazándola fuerte, comenzar un beso largo…
Sí, tendría que besar esos labios carnosos y quitarles ese color de labial rojo quemado, para ver el color rosado natural de sus labios, iniciando con un beso suave que se convirtiera en uno apasionado, un beso que dejara salir un poco de mi deseo por ella y de mi amor.
En lugar de eso, no siento, no huelo, no veo, no beso, ni me acerco, finjo, me doy la vuelta me alejo, intento borrar todo pensamiento en ese sentido, porque no existe nada que pueda hacer con esto que siento en el pecho, estas palabras atoradas en la garganta no sirven de nada, y mi necesidad de su piel en mi piel es peligrosa, podría perder su proximidad.
Reviso mis opciones: respirar hondo, pensar en otra cosa, fumar, escribir, masturbarme, buscar a alguien más… y mi pensamiento regresa a ella. ¿Cómo hace esa mujer para ser tan hermosa? Cada día más.
Lo único que hago es guardar todo, mis palabras, mis sensaciones, pensamientos… sé, intuyo, que un día todo explotará, pero hoy no, hoy la tengo cerca, hoy vamos a comer juntas y a salir en la tarde, seremos amigas, podré ver sus ojo, escuchar su voz, me volverá a abrazar y será suficiente, por hoy es suficiente, no tengo ni tendré su cuerpo, pero lo demás si, su cariño, su atención, su confianza.
Un último pensamiento antes de convertirme en la amiga, la compañera inocente…
Como hace esa mujer…
Escrito por: Elena Vega

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Elena Vega